Lejos ya quedo el día que mamá daba la última vuelta de llave a nuestra casa en la ciudad de Rosario, despedíamos a nuestros familiares y amigos, nos subíamos a nuestra camioneta, papá ponía primera y arrancábamos a lo desconocido.
Las dudas eran miles, los miedos muchos más, pero ya habíamos hecho lo más difícil, tomar la decisión de ir por nuestro sueño.
Hoy mas de año después las dudas se esfumaron, pero miedos seguimos teniendo, solamente que cambiaron. Hoy el miedo es que se nos vaya la vida y no la disfrutemos, que el tiempo se termine, que lleguemos al final y nos falte mucho por hacer, por lo que día a día trabajamos en ello.
No somos los mismos de aquella familia que un 22 de noviembre renuncio a todo y salió por sus sueños. Nos abrimos al mundo y este hizo lo mismo con nosotros. Nos hizo más humildes, nos enseñó a valorizar las cosas, nos hizo dar cuenta de que las personas malas tienen solamente más prensa, nos enseñó que sin importar la nacionalidad, todos tenemos los mismos miedos, sueños y problemas. Pero sobre todo nos enseñó a andar más despacio por la vida y disfrutar de las pequeñas cosas.
Aprendimos a hacer muchas cosas nuevas y dejamos nuestro ego de lado, quien nos viera haciendo pulseras y vendiéndolas. Empezamos vendiendo los bellos bolsos que hace mamá y hoy en día vendemos de todo (comida, bolsos, piedras, bijouterie, manillas, postales, café y varias cosas más).
Conocimos increíbles paisajes, comidas de todos los tipos, distintas culturas, pero sobre todo, hicimos cientos de amigos. Personas que sin conocernos nos abrieron las puertas de sus casas y sus corazones y nos mimaron como si fuéramos sus propios hijos. Compartimos innumerables noches cargadas de anécdotas con otros viajeros y ni que hablar de charlas con desconocidos que se nos acercan a hacernos un millón de preguntas sobre lo que estamos haciendo.
Llevamos un año fuera de nuestro país, en el que somos dueños de nuestro tiempo, que olvidamos lo que es la rutina, que eliminamos el estrés y sobre todo que disfrutamos en FAMILIA.
Estamos súper agradecidos, porque hoy más que nunca podemos decir con seguridad que la cantidad de cosas que hemos aprendido durante este último año, no las hubiésemos logrado de no ser por esta gran aventura!!!
Tratamos de llevar un mensaje a cada lado al que vamos y que espero les llegue a ustedes. Vida hay una sola y no sabemos hasta cuándo. Lo material va y viene pero los recuerdos de lo vivido que llevamos dentro del corazón son nuestros para siempre y sería una pena que algún día debamos preguntarnos que hubiera sido si…? Vale la pena totalmente ir por los sueños, porque realmente alegran el alma. En nuestro caso era el de viajar, pero hay muchos sueños con diferentes formas esperando ser hechos realidad, lo importante es TRATAR, siempre se pude volver a empezar con empeño y dedicación. Es DIFÍCIL tomar la decisión, lo sabemos, pasamos por eso, pero desde el día que uno lo hace, les aseguramos que VALE TOTALMENTE LA PENA!!!
Gracias por seguirnos día a día, sin ustedes esto no sería posible, mi mayor abrazo para ustedes y a seguir CRECIENDO EN EL CAMINO!!!
Son unos genios !!!! Los quiero mucho
Muchas gracias Paula, un beso muy grande
Que Dios y la Virgen los siga acompañando en esta gran aventura !!!
Muchas gracias Patricia, un fuerte abrazo!!!
Que hermosa historia y muestra de fortaleza, donde decidieron cambiar su vida y dieron todo para que eso sucediera. Ahora los frutos de esa decisión son notables y me llenan de fuerza para seguir mi sueño, que algún día empece, me encanto y quiero con toda el alma volver a el!. Muchas fuerza, energía y bellos momentos para ustedes!
Muchas gracias por tus lindas palabras. Dios quiera puedas hacerlo, sin lugar a dudas vale la pena y es algo maravilloso. Para lo que necesites acá estamos. Un fuerte abrazo!!