En Panamá no todo es playa y calor. Tiene una zona de sierras sumamente bonita, ideal para desconectarse, relajarse y disfrutar de la naturaleza.
Luego de varios días de muchísimo calor en Panamá City nos fuimos directamente hasta el Valle de Antón en busca de un poco de aire fresco. Sin saberlo nos encontramos con un increíble destino turístico con el cual quedamos fascinados.
El Valle se encuentra a tan solo 120 km de la capital, y solo hay que desviarse 30 kilómetros de la carretera Interamericana, que atraviesa el país a lo largo, para encontrar toda esta belleza. Esta zona está ubicada en el cráter de un volcán totalmente inactivo por lo que se encuentra rodeada de montañas cubiertas de árboles.
El pintoresco pueblo ofrece muchísimas atracciones naturales que van desde cascadas, museos, un zoológico, termas y senderos para caminar, pero lo que más nos gustó y disfrutamos fue, poder caminar en familia a paso tranquilo recorriendo las callecitas bordeadas de verde.
Tuvimos el placer de acampar en el patio del cuartel de bomberos, con una vista espectacular y compartimos con ellos muy lindos momentos!!!
Toda la zona es sumamente prolija y está adornada con flores de muchos y brillantes colores.
En pleno centro uno puede visitar el mercado que se encuentra abierto todos los días del año, en él, se pueden encontrar manualidades, pinturas, tallados de maderas, cestas tejidas, sombreros y sobre todo frutas y verduras bien frescas.
La Iglesia de San José también es un lugar que no se puede dejar de visitar si uno está por este lugar.
Cuenta la leyenda, que la hija menor de un cacique de la zona que durante años venia luchando contra la invasión española, Flor del Aire como se la conocía a esta muchacha, se enamoró perdidamente de un oficial español. Debido a esto, Flor del Aire desprecio a un guerrero de su tribu que estaba enamorado de ella, este entro en una gran depresión y viendo que su amor no era correspondido se lanzó al vacío desde lo alto de una montaña a la vista de ella.
Flor del Aire por no querer traicionar a su pueblo renuncia a su amor extranjero y llorando desesperadamente se interna en la montaña donde se acuesta y muere.
Fue así como entonces, las colinas y los valles en abrazo melancólico, la cubren y deciden perpetuar su figura, esculpiéndola en una majestuosa montaña para recordarla siempre.
Otro gran atractivo que tiene la ciudad es el mirador del cerro de la Cruz. Este está ubicado a pocos kilómetros de la ciudad y nos regala una vista muy linda de todo el valle.
Fueron varios días que disfrutamos de la naturaleza, paseos, el aire fresco y sobre todo el tiempo en familia. Sin saberlo descubrimos un hermoso lugar al cual los invitamos a visitar y descubrir!!!
Si querés ver más fotos de nuestro paso por El Valle podes hacerlo acá.