En una panorámica inigualable, sobresale en el imponente mar Caribe la península de La Guajira, extremo norte de Colombia y de Sudamérica. Esta se ve rodeada de hermosas y tranquilas aguas azules decorada con el inmenso colorido de las artesanías Wayuu, población étnica que habita estas exóticas tierras.
Luego de pasar casi una semana en el Cabo de la Vela dejamos atrás el punto más al norte de Sudamérica para bajar hasta Uribía.
La etnia Wayuu, la más representativa de las culturas indígenas colombianas, están asentadas casi en su totalidad en la región norte del departamento y más concretamente en el territorio que ocupa la municipalidad de Uribía, por lo que este se lo reconoce como la capital indígena de Colombia.
El aislamiento geográfico, las condiciones climatológicas del lugar y la bravura de los aborígenes fueron factores que determinaron el desinterés de la conquista española por esas prodigiosas tierras.
Los indígenas con cierto grado de astucia lograron mantener su independencia dentro de su territorio, adaptando a su idiosincrasia elementos culturales y patrones económicos de los recién llegados para formar así una nueva sociedad que se mantiene hasta hoy día.
Los asentamientos Wayuu son matriarcales, es decir la mujer es quien tiene el dominio de la familia. Se agrupan generalmente en cinco o seis casas o rancherías. La vivienda es muy simple y sin decoración.
El principal sistema de producción es la ganadería, en especial la de caprinos. El ganado es una forma de conseguir prestigio y riqueza porque sirve para obtener más esposas y como pago de desagravios.
La organización social se basa en clases matrilineales asociadas a mayor riqueza y pobreza. El matrimonio es una transacción económica y la poligamia es la representación del éxito económico. Salvo la última mujer, la demás viven con sus hijos en rancherías separadas.
La indumentaria típica de la mujer es muy simple pero vistosa. Usa una manta de tela ligera que la cubre de los rayos del sol que en la parte superior son adornadas con borlas de lana o hilos de múltiples colores y la cabeza va cubierta con un pañuelo.
Las mujeres de la comunidad Wayuu elaboran las más famosas artesanías de La Guajira. Sus coloridos y bien diseñados tejidos son artículos que además de decorativos, forman parte de los accesorios habituales de sus creadores. Las mochilas Wayuu se caracterizan por tonos alegres y vivos colores. Las vistosas tonalidades que las nativas imprimen a sus manualidades son el reflejo del carácter artístico de las mujeres que desde muy temprana edad aprenden las labores. En su filosofía se dice que ser mujer, es saber tejer!!!
Tuvimos un paso muy fugaz por la capital indígena pero pudimos impregnarnos de esta cultura que hasta ese entonces era totalmente desconocida para nosotros.
Desviándonos un poco llegamos a Manaure. Esta ciudad está situada a orillas del mar Caribe y posee las salinas marinas más importantes y extensas de Colombia donde su producción supera las 700.000 toneladas anuales para el consumo local y la industria.
La ciudad tiene como atractivos también el monumento que hace Homenaje al indígena Wayuu que trabaja la Sal y la hermosa iglesia de Santa Rita.
Nuestro siguiente destino fue la capital de la provincia, Riohacha.
A lo largo de casi toda la avenida de la Marina los indígenas Wayuu exponen y venden todas sus artesanías.
Nos estacionamos ahí mismo y estuvimos varios días vendiendo las nuestras junto con nuestros ricos alfajores argentinos.
Ya con un poco de dinero para poder seguir nos dedicamos a recorrer la ciudad. El muelle turístico fue construido en 1937 y tiene más de 700 metros de longitud. Ingresar en él te permite apreciar una hermosa panorámica del centro de Riohacha.
El Parque Nicolás de Federman está rodeado de cañones que rememoran las defensas de la ciudad. Sobresale el monumento al conquistador del mismo nombre que el parque.
A muy pocos kilómetros de la ciudad se encuentra Boca de Camarones que forma parte del Santuario de fauna y flora Los Flamencos.
Ahí conocimos a Nando que nos permitió estacionarnos en el patio de su casa y disfrutar unos días de la tranquilidad de la playa.
En la zona existe un ecosistema muy particular conformado por una sucesión de ciénagas de agua dulce y salada en las cuales se reposan y anidan una gran variedad de especies de aves entre los que se destacan los flamencos rosados.
Siguiendo camino llegamos a Dibulla donde pasamos 3 hermosos días junto a los chicos viajeros de Cinemandante. A ellos los conocimos lo más al sur de Colombia en el Putumayo y tuvimos el placer de reencontrarnos ahora lo más al norte. Ellos están realizando un párate de su viaje y poniendo en condiciones unas cabañas asique hemos estado ayudándolos un poco, compartiendo y disfrutando de la hermosa playa del lugar y los increíbles atardeceres que tiene.
Por ultimo llegamos a Palomino, esta es una de las playas colombianas que más creció en este último tiempo. Sus playas paradisíacas rodeadas de palmeras y arena blanca generan un espacio ideal para el descanso y relax.
Estuvimos en total más de 15 días descansando, disfrutando, haciendo muchísimos amigos y trabajando.
Colombia tiene una particularidad única, tiene las montañas nevadas más altas del mundo a orillas del mar. En muy pocos kilómetros se sube de 0 a más de 5500 metros de altura. Las sierras nevadas de Santa Marta en los días despejados por la mañana se pueden ver con claridad desde la playa de Palomino. Es algo rarísimo ver la nieve desde ese lugar.
A lo largo de toda La Guajira colombiana se repite la imagen de improvisados puestos de venta de combustible traído ilegalmente del país vecino de Venezuela y es el sustento principal para cientos de familias indígenas Wayuu. Se puede llegar a conseguir un galón de ACPM (diésel) por solamente 2000 pesos (0.70 dólares) mientras que en el resto del país cuesta un promedio de 8000 pesos (3 dólares). Tienen un sistema de filtrado artesanal y hay lugares en donde se ve un puesto al lado del otro hasta donde se pierde la vista!!!
Descubrimos una provincia maravillosa, que nos sorprendió totalmente y de la cual nos llevamos un hermoso recuerdo. Los desafiamos a ir a conocerla. Es un lugar muy sensible para todos los colombianos y creemos que la mejor manera de ayudarla es yendo ya que el turismo es una de los mayores ingresos que tienen la gente de la zona.
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