Dejamos atrás las ciudades salvadoreñas de Suchitoto y San Vicente (para ver nuestro paso por ellas podes hacerlo acá) para ir hasta un pueblito muy pequeño donde la naturaleza y el pasado han dejado un bello regalo en la falda del Volcán Tecapa, la increíble Laguna Alegría conocida también como la esmeralda de América!!!
Luego de un camino bastante empinado de empedrado llegamos hasta esta hermosura de la naturaleza, de color esmeralda debido a la cantidad de azufre que contiene.
La misma se encuentra a más de 1500 metros sobre el nivel del mar, lo que hace que sea uno de los lugares más frescos del país cosa que disfrutamos muchísimo luego de venir tanto tiempo en el calor centroamericano.
En el lugar se puede acampar por muy poco dinero, cosa que hicimos por varios días donde nos relajamos y disfrutamos del entorno.
Nos habían recomendado que subiéramos a un mirador el cual regalaba una muy linda vista aérea de toda la laguna. Preguntando a los lugareños como llegar nos fuimos adentrando por un camino que cada vez se hacía más angosto e interminable. Luego de 5 horas durísimas y sin saber que habíamos subido hasta la cima del Volcán Tecapa en lugar de tomar el camino al mirador, nos encontramos con una vista inigualable que hasta el día de hoy recordamos con total claridad.
A tan solo 2 kilómetros se encuentra el pueblo de Alegría, un lugar muy tranquilo que tiene una hermosa iglesia y un mirador a todo el valle de cafetales impresionante.
Nuestro siguiente destino fue el mar Pacifico. Teníamos anotado para visitar una playa llamada Costa del Sol, la cual recorrimos pero con la que nos llevamos una gran desilusión, hicimos ni más ni menos que 10 kilómetros donde en ningún momento pudimos observar ni ingresar a la costa ya que en su totalidad los 10 kilómetros son privados. Solo se ven paredones y más paredones, una pena.
Luego de nuestro paso frustrado por este lugar nos dirigimos a la playa más conocida de todo El Salvador, El Tunco la cual es reconocida por sus magníficas olas para surfear!!!
La misma lleva su nombre debido a una formación rocosa de color negro a la orilla de este lugar.
Para poder entrar al pueblo hay que pagar, la misma cuenta solamente con dos accesos y en ellos se hallan barreras que impiden el paso, cosa que nos pareció sumamente raro. Una vez que uno abona el ingreso luego hay que volver a pagar para poder estacionar el vehículo porque tampoco hay donde hacerlo ya que las callecitas son sumamente angostas aunque de esta forma está así incluido el ingreso a la playa. Lo que nos pasó aquí fue que no encontramos nada de arena, en su lugar enormes rocas que impedían que yo me pudiese bañar, aunque papa no dejo de aprovechar las olas con su tabla.
Es difícil para nosotros entender como casi todo esta privatizado, y en general estos lugares están cedidos a inversiones extranjeras.
Luego de un rápido y fallido paso por la costa fuimos a conocer las únicas ruinas Mayas de El Salvador, Joya del Ceren o también conocida como la Pompeya de América ya que la misma se encuentra enterrada a causa de la erupción del volcán de la Laguna Caldera.
El lugar fue habitado entre el año 400 y 600 por un pueblo agricultor. Esta zona fue destruida por la erupción de Loma Caldera, situado a menos de 1 km del asentamiento. Aunque la erupción afectó solamente unos 5 km², ésta enterró la aldea bajo 14 capas de ceniza conservándola a la perfección.
Se cree que la ciudad fue abandonada a tiempo ya que no se han encontrado cuerpos o restos óseos en toda la zona.
Estas ruinas son famosas ya que muestran como era la vida de la gente común y corriente de la civilización Maya.
Hasta acá llegamos hoy, muchas gracias por leernos y no dejen de suscribirse a nuestra página para que no se pierdan de nada.
Para ver más fotos de estos lugares podes hacerlo entrando acá.