Luego de casi 4 horas de papeleo en la frontera despedimos nuestro país para darle comienzo realmente a esta aventura.
La tarde estaba cayendo por lo que solo pudimos avanzar 85 kilómetros en los cuales nos pararon 5 controles policiales En cada uno de ellos nos pidieron todos los papeles del vehículo y lamentablemente una colaboración para poder seguir. No nos gusta contar este tipo de cosas pero para quien quiera ir tiene que estar preparado. Ya en la misma frontera el oficial que tiene que poner el sello en el papel del trámite vehicular para que uno pueda circular nos pidió la suma de 10 bolivianos para poder entrar a su país. Y en cada uno de los controles fue del mismo monto la colaboración. Nosotros tenemos por premisa no pagar nada que no esté dentro de los marcos legales y menos por la forma en la que nos lo exigieron. Fueron los 85 kilómetros más largos de todo el viaje ya que en cada uno tardamos más de media hora discutiendo porque que no pagamos nada de lo que nos querían SACAR por ser extranjeros. Pero esta anécdota no opaca la inmensa belleza paisajística que tiene este país.
La primer ciudad con la que nos topamos y nos pareció muy linda fue Tupiza. Aparcamos en la estación de trenes y nos dedicamos dos días a recorrer sus calles, su mercado colorido y de a poco a sumergirnos en una cultura totalmente distinta.
Como el camino a realizar por el país era largo nos sentamos a idear algo para no tener el mismo problema en cada control policial. Entramos a internet, buscamos una credencial de prensa en blanco, agregamos la foto y el nombre de papá y la mandamos a imprimir y plastificar. Desde ese momento viaja junto a nosotros pegada en la ventanilla del conductor cosa que al pararnos el oficial que lo hace sea lo primero que vea junto a la cámara filmadora que está en el tablero. Desde ese momento nos pararon en cada control que cruzamos en todo el país pero no nos volvieron a pedir algún tipo de COLABORACIÓN. Un buen tip a tener en cuenta.
En la ciudad conocimos un muy lindo grupo de motociclistas ecuatorianos que estaban viajando con rumbo a Buenos Aires.
Para llegar al salar de Uyuni hay dos opciones de camino, la más corta es ir directamente desde Tupiza por un camino de tierra, son 200 kilómetros solamente pero hay que tener en cuenta que hay que pasar varios tramos de arenales por lo que se debe hacer en un vehículo 4 x 4.
Como nuestro vehículo no es apto para ese tipo de caminos optamos por el trayecto largo, subir hasta la ciudad de Potosí y de ahí bajar hasta Uyuni.
La velocidad máxima en todo el país es de 80 kilómetros por hora, el camino está en muy buen estado y los paisajes que lo rodean son totalmente hermosos.
Por causa de una fuerte tormenta el destino hizo que entráramos a pasar el día a Cotagaita, un bello y tranquilo pueblo donde compartimos con su gente unos muy lindos momentos. Estacionamos en la plaza principal que es muy colorida y sumamente prolija.
La ciudad de Potosí se encuentra a más de 4000 metros de altura, es conocida también como Villa imperial de Potosí. Fue fundada en el año 1545 y en ella funciono la mina de Plata más grande del mundo, ubicada en el cerro Rico.
Hoy en día la mina sigue en funcionamiento pero de ella se extraen principalmente Zinc y Cobre. Llegamos a su base en plena caída de granizo y lluvia. Ni bien culmino la tormenta nos alistamos para meternos en las entrañas de la montaña. Como los guías se habían retirado por la tormenta un hombre que trabajaba en el lugar nos invitó a pasar, nos prestó cascos y nos hizo un muy lindo recorrido.
Las galerías son chicas, la humedad se hace sentir y la temperatura baja muchísimo. La aventura duro un poco más de una hora que pareció eterna. Fue una experiencia que quedara para siempre gravada en nuestra memoria.
En la ciudad también visitamos el Arco de Potosí, inaugurado hace muy poco tiempo, y que brinda una vista panorámica extraordinaria de la ciudad y sus alrededores.
Se pude acceder y subir hasta la parte más alta, donde funciona la oficina de turismo. Allí conocimos al jefe de turismo dela ciudad que nos contó una linda reseña de la historia de toda la zona.
Muy contentos dejamos atrás la ciudad para encaminarnos a nuestro principal destino en este país, la ciudad de Uyuni.
El camino es muy hermoso, lleno de pastizales y valles colmados de llamas con las montañas de fondo.
Arribamos a la ciudad con el sol ya ocultándose. Este lugar es la puerta al salar más grande del mundo, pero esa historia quedara para otro día.
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EN QUE PARTE DE BOLIVIA ESTAN, LOS ESTOY ESPERANDO EN LA PAZ, AVISARME SUS PROXIMAS PARADAS PARA VER POSIBILIDAD DE ENCONTRARLOS. EXITOSEN SU AVENTURA. JUAN RENE
hola juan, lamentablemente teníamos que elegir y subimos por Chile. Solo fuimos hasta Uyuni y de ahí viajamos a Chile, ahora ya estamos en Paracas, Perú. Sera a la vuelta. Un fuerte abrazo
Una pena, les deso el mayor de los exitos, y los seguire via internet todo el camino… que Dios les bendiga.
muchas gracias, un fuerte abrazo