Creciendo en el Camino

Luego de hacer los trámites muy rápido en la aduana de Huaquillas entramos a nuestro quinto país, Ecuador. Nunca habíamos pensado que íbamos a estar tan lejos de casa y menos en nuestro vehículo.

La primera gran ciudad con la que nos encontramos fue Guayaquil. Es la más poblada del Ecuador, sumamente moderna, prolija, colorida y muy ordenada, pero lo mejor de lo mejor es que tuvimos una visita muy esperada, la de mis abuelos paternos Elena y Carlos.

Con mis abuelos

Estuvimos solamente dos días y una noche en el lugar pero aprovechamos al máximo el tiempo para recorrerla.

Lo que más nos sorprendió fue la cantidad de esculturas y murales que hay a lo largo de toda la ciudad y en cada uno de sus rincones. A nuestro parecer la que más se destaca, es la fachada del ex edificio del museo antropológico del Banco Central hecho por el escultor Theo Constante.

Impresionante

A orillas del río Guayas se encuentra el hermoso Malecón 2000. Lleva el nombre de la entidad a cargo de su reconstrucción. En sus más de dos kilómetros de recorrido uno se pude encontrar con bares, restaurantes, muesos, jardines, fuentes, esculturas y distintos muelles.

Una de las tantas esculturas del malecón

También en él, hay un sitio histórico al que no se puede dejar de ir, el o monumento a la entrevista de Guayaquil. Lugar en el cual los libertadores José de San Martin y Simón Bolívar se encontraron el 26 de julio de 1822.

El Hemiciclo de la Rotonda

Otro lugar que tuvimos el placer de visitar fue el parque Seminario o también conocido como el parque de las iguanas donde se puede ver una estatua muy linda de Simon Bolivar con la catedral de fondo.

Parque Seminario

Pero lo más sorprendente del parque es la cantidad de enormes iguanas que hay, no solo en el piso, sino que  también, en todos los arboles del lugar.

Son enormes

Por último, frente al parque visitamos la enorme catedral que fue construida en el año 1547 y  que cuenta con dos hermosas torres.

La catedral por fuera

La catedral por dentro

Fue un paso fugaz el que tuvimos por la ciudad pero quedamos totalmente asombrados y encantados con lo que nos encontramos. Les dejo un fuerte abrazo y muchas gracias por leernos.

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