El apodo que tiene esta bella ciudad no es en vano, no solo por su gente, sus peñas, sus paisajes sino que también, por la gran variedad de cosas que ofrece para hacer tanto en la ciudad como en los alrededores.
Uno de los principales atractivos de la ciudad es el cerro San Bernardo al que se puede acceder tomando un teleférico o si uno va en su propio vehículo, después de recorrer un lindo camino se llega a la cima, esta nos regala una hermosa vista panorámica de la ciudad. Recomendamos ir a la tardecita para poder observar la puesta del sol en las montañas y como poco a poco va oscureciendo, las luces de toda la ciudad se van encendiendo y la ciudad entera se ilumina, es una vista impresionante.
Los días que estuvimos en la ciudad nos estacionamos en el monumento a Güemes, un lugar tranquilo de noche y muy seguro, cada media hora pasan patrulleros y está lleno de cámaras de seguridad. Ahí mismo vendimos varios días nuestras ricas pastafrolas ya que constantemente se van renovando los turistas que viene a visitar el lugar.
De todos los museos de la ciudad el que más se destaca es el MAM (museo de alta montaña), en él se encuentra toda la historia del descubrimiento de las momias del Llullaillaco. Tres chicos que fueron ofrendados a los dioses en las alturas de la montaña Llullaillaco y debido a las bajas temperaturas constantes se mantuvieron en su forma original.
Se pude observar solo una de las tres momias ya que mes a mes las van rotando debido a que la exposición las va dañando y de este modo se las puede conservar mejor, en nuestro caso pudimos ver la niña del rayo.
Está prohibido tomar fotografías en el lugar por lo que le mostramos una sacada de la página de wikipedia.
También en la misma ciudad hay una catedral increíble, digna de visitar. La iglesia de San Francisco, es considerada una de las más lindas de Argentina.
Tomando la ruta 40 en dirección a Cachi, una muy linda ciudad colonial se transita la famosa cuesta del Obispo.
En la cumbre se pude observar una pequeña capilla y la piedra de un molino que fue dejada hace cien años por una carreta mercante y que por su peso nunca pudo ser trasladada.
Siguiendo un poco más se llega al Parque Nacional los Cardones que está atravesado por la famosa cuesta del Tin TIn. Es un camino que fue creado por los Incas en el año 1400. Fueron quemando cardones para poder crear una recta perfecta de más de 15 kilómetros.
Desde Salta también, pero tomando la ruta 51 en dirección a San de los Cobres, se pude hacer el recorrido del tren a lasnubes en vehículo.
La primer parada obligadas es en Campo Quijano, en esta ciudad se encuentra la primer locomotora a vapor que hacía el trayecto del tren a las nubes. Frente a la locomotora se encuentra la tumba del ingeniero Richard Maury, un estadounidense que fue el ideólogo de todo el recorrido del tren. Nunca pudo llegar a ver terminada la obra y por eso su tumba está ubicada a orillas de las vías para que cada vez que pase el tren lo pueda observar.
Siguiendo camino se llega a las ruinas de los Tastiles, seguimos encontrando vestigios de los Incas por nuestro país.
Más adelante uno se cruza con el viaducto del Toro, que junto al de la Polvorilla forman las dos obras más importantes de todo el recorrido.
Una vez llegada a la estación el Chorro, se puede observar una de las formas que tiene el tren para ganar altura. Se llama movimiento de cabras debido a que es la mima forma en la que estos animalitos hacen para subir a la montaña. El tren entra a la estación, hace un cabio de vías y marcha atrás va subiendo hasta cierta parte donde vuelve a cambiar de vías para luego subir hacia adelante, y así sucesivamente va cambiando varias veces para poder subir. Lo que se logra en definitiva es un camino en zigzag.
El recorrido termina en la ciudad minera de San Antonio de los Cobres donde se puede hacer un muy lindo paseo por la estación de trenes, la iglesia y lo mejor de todo es compartir un momento con la gente amable del lugar.
Para salir de la provincia en dirección a Jujuy hay dos caminos posibles, uno por autopista y el otro, que es el que recomendamos muy fervientemente, es por la ruta 9 llamado, camino de cornisa.
Este atraviesa toda la yunga salteña, es un camino angosto en el cual hay que transitar despacio pero vale totalmente la pena recorrerlo. Es verde por doquier, en algunos lugares es tanta la vegetación que pareciera que uno fuese por un túnel color verde intenso. Además son increíbles las enredaderas que como mantas cubren los altos árboles.
Este fue todo nuestro paso por esta linda provincia, sin lugar a dudas un lugar al que seguro volveremos. No se olviden de suscribirse para no perderse de nada. Hasta la próxima.
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