La ruta empezaba a hacerse cada vez más empinada y de a poco dejábamos atrás Medellin con una vista hermosa desde lo alto de la ciudad. Esta vez no íbamos solos si no que lo hacíamos en caravana de viajeros. Teníamos el placer de que nos acompañen los chicos de Amantes en la Ruta (una familia argentina) y la familia francesa de Autor de I’Orange Bleue.
La ciudad de Guatape o también conocida como la ciudad de los Zócalos fue nuestro primer destino.
Llamada así en honor a un gran cacique alberga uno de los lugares que más nos impactaron en Colombia. A cada paso que uno da por la ciudad se encuentra con que las paredes de cada casa y construcción están adornadas con zócalos artesanales, con relieve y que generalmente hacen alusión a la actividad o historia del lugar al que pertenece.
Cada uno es hecho por artistas de la región y abarca casi la totalidad de todo el lugar. Es una característica única de su población.
Esta era una ciudad ganadera y agrícola que en el año 1970 tuvo un cambio abrupto donde paso a dedicarse solamente al turismo a raíz de un megaproyecto hidroeléctrico que inundo más de 2250 hectáreas y que en la actualidad genera energía para todo Medellín.
Gran parte del pueblo fue inundado y hoy en día esa parte se la conmemora con la calle de los Recuerdos, donde los zócalos en esa parte hacen referencia a distintos lugares que quedaron sepultados por el agua.
A unos pocos kilómetros de la ciudad se puede visitar uno de los principales atractivos turísticos.
La piedra del Peñón es un enorme monolito de más de 200 metros de altura, se puede llegar acceder a la cima luego de subir ni más ni menos que 675 escalones.
Antiguamente esta piedra era un elemento de adoración entre los aborígenes que habitaban la zona.
Luego de un lindo esfuerzo físico de mamá y papá para subir, digo ellos porque yo iba muy tranquilo en sus brazos, llegamos a la cima del Peñón. Describir con lo que nos encontramos no es fácil, es una vista de 360 grados impactante, desde allí se observa toda la cuenca hidroeléctrica que se va mezclando con partes de tierra por doquier hasta donde se pierde la vista. Fue como si nos hubieran hechizado y no podíamos dejar de contemplar el tremendo paisaje que estaba a nuestros pies. Una vista impecable delo impactante y maravillosa que es esta tierra hermosa.
También uno puede recorrer el malecón a orillas del lago donde se pueden contratar distintas excursiones y donde pueden realizar muchas y distintas actividades acuáticas.
Un lugar que no se puede dejar de visitar es el anfiteatro, un pequeño lugar sumamente colorido rodeado de barcitos ideales para tomarse un rico tinto y donde los edificios que lo rodean están pintados también de vivos colores mezclándose con la fachada del lugar.
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de Carmen también es uno de los lugares que no se puede dejar de visitar.
Esta ciudad fue un lugar que nos impactó y que recomendamos mucho visitar si están cerca o pasan por Medellín. Son solamente 70 kilómetros los que separan la gran ciudad de esta bella población y uno puede, no solo disfrutar de una vista preciosa, si no también conocer un pueblito sumamente colorido y colonial típico de Colombia.
Para ver más fotos de Guatape lo podes hace acá.