Sentate, ponete cómodo y descubrí junto a nosotros los pueblos de Panajachel y Chichicastenango, el famoso Semuc Champey y el parque nacional Laguna Lachua.
Luego de visitar la hermosa ciudad de Antigua y que papa cumpliera el sueño de subir el volcán Acatenango, continuamos camino hacia la ciudad de Panajachel a orillas del lago Atitlan custodiado por 3 impresionantes volcanes, Toliman, Atitlan y San Pedro.
Acampamos al final del pueblo, casi a orillas del lago, nos encontramos con un lugar turístico pero a su vez sumamente tranquilo, con una costanera por la cual paseábamos todos los días admirando los coloridos puestos de artesanías que hay por doquier.
En este lugar comenzamos a encontrarnos con todos los vestigios de las culturas indígenas descendientes de los Mayas, con su característica vestimenta muy llena de color y sus comidas tradicionales.
Dejamos atrás el lago para ir hasta el pueblo de Chichicastenango donde los jueves y domingos funciona el mercado indígena más grande de todo el país y al cual concurren miles de personas.
Es el lugar ideal para admirar la sorprendente cultura maya viva y maravillarse con el colorido y la diversidad de productos que se venden, se pueden adquirir desde vegetales, flores, artesanías y hasta animales de corral.
En el pueblo se encuentra la iglesia que lleva mi nombre, la de Santo Tomas, la misma fue construida en el año 1545 sobre un templo de la civilización maya, para acceder a ella, hay que subir 18 escalones, cada uno de ellos representa un mes del calendario maya. Dentro del edificio pudimos ver distintos rituales con inciensos y velas que no habíamos visto jamás.
Para ver más fotos de estos dos lugares podes hacerlo entrando acá.
Sin preguntar el estado del camino (grave error) nos fuimos derecho hasta la ciudad de Cobán, fue un periplo interminable, sobre todo los últimos 60 km donde sobrevivimos a un camino de tierra en pésimas condiciones, con unas piedras sueltas inmensas, bajo la lluvia y con puras subidas y bajadas.
Pero vinimos hasta esta enorme ciudad para conocer ni más ni menos que uno de los más famosos atractivos naturales de todo Guatemala, Semuc Champey.
Para llegar hasta allí, fuimos en la camioneta hasta el pueblo de Lanquin, el camino está dentro de todo en buenas condiciones, dormimos en la plaza del pueblo y al día siguiente nos tomamos una camionetita 4 x 4 donde viajamos todos apretados y muchos hasta parados, para llegar hasta Semuc, fue una muy buena decisión ya que el camino es sumamente complicado, destruido y por otro lado al dormir en Lanquin a primera hora del día ya estábamos disfrutando del lugar con todo el día por delante, cosa que si uno viene en bus desde Cobán llegas a destino al mediodía.
Cuando recién estábamos armando el viaje y buscando información de lugares para conocer, nos maravillábamos con las fotos que cruzábamos de esta belleza natural de Guatemala. Sinceramente veíamos muy lejano poder llegar hasta allá, pero luego de más de dos años y medio desde ese momento, estábamos más que felices y orgullosos de lograr ese gran objetivo. Además que el lugar es realmente increíble.
En el medio de un espeso bosque se halla un puente natural de piedra de unos 300 metros de largo por el cual fluye el rió Cahabon, el mismo está lleno de pozas y cascadas donde uno se puede bañar y disfrutar del entorno, el color del agua es de un verde esmeralda único.
Al principio del puente de piedra se puede observar como el rió Cahabon se interna en una caverna con una fuerza impresionante, para desaparecer de la vista bajo la inmensa pared de piedra.
Subiendo un sinfín de escaleras se accede a un exclusivo mirador de todo el lugar que no podes perderte si llegas a ir. Es sin lugar a dudas impresionante.
El lugar supero totalmente nuestras expectativas y disfrutamos de un día totalmente especial.
Cuantas maravillas que tiene este mundo para entregarnos!!!
Por recomendaciones de unos grandes amigos viajeros descubrimos también, un hermoso lugar no muy conocido que nos sorprendió muchísimo. El parque nacional Laguna Lachua.
Sin encontrar mucha info y solo guiados por nuestros amigos llegamos a destino, acampamos directamente enfrente del parque, en un estacionamiento que nos brindó duchas y todo.
A la mañana y luego de una caminata en la selva de casi 5 kilómetros llegamos a un hermoso lugar el cual disfrutamos en soledad durante todo el día.
Lo que ame bañarme en sus aguas entre miles de pececitos no se imaginan!!!
Para ver más fotos de estos dos impresionantes lugares podes hacerlo acá.
Por ultimo nos dirigimos hasta el hermoso y tranquilo pueblo de El Remate a orillas del lago Peten Itza el cual disfrutamos durante una semana y donde aprovechamos para hacer varios arreglos a la camioneta y organizar los pasos a seguir pero no sin intercalar largos baños en el lago para pasar el calor.
De acá nos fuimos a las impresionantes ruinas Mayas de Tikal, las que más nos gustaron hasta ahora, pero para saber de ello vas a tener que esperar hasta la próxima. Saludos y muchas gracias por leernos.